Somos una pareja mexicano-finlandesa en busca de nuestro verdadero rostro (rostro verdadero). Además de Antama, nuestros otros proyectos de regreso a las raíces son nuestro rancho y el trabajo social en las comunidades.
Vivimos rodeados de un bosque en un rancho que hemos estado construyendo desde cero. Es uno de nuestros espacios de aprendizaje personal, construcción ecológica con técnicas tradicionales y materiales locales de la tierra, jardines de hierbas, siembra, custodia de semillas orgánicas, etc. Hacer todo a mano es bastante lento, pero también gratificante ya que entrar en un proceso de aprendizaje no se trata sólo del resultado final sino de todo lo que hay en el camino hacia él.
Para nosotros es importante que nosotros, y especialmente nuestros hijos, podamos vivir rodeados de los 4 elementos; bebemos agua fresca de manantial, respiramos aire limpio de montaña, calentamos la casa por las noches con fuego y caminamos sobre la tierra desnuda debajo de nosotros.
Cuando nos conocimos Manuel estaba dando un servicio en un centro de rehabilitación dirigido por una partera y su marido en la montaña, donde había vivido durante 5 años. También estuvo realizando dos temazcales en Miahuatlán donde trabajó especialmente con grupos de Alcohólicos Anónimos.
Ahora Manuel está ocupado con Antama, la familia y el rancho. Tiene en sus manos las construcciones y toda la infraestructura del rancho que ha construido desde el principio. Es el participante activo en los tequios (servicio comunitario tradicional sin pago) en la comunidad local. Sus raíces familiares provienen de la región de Tenango del Valle y Michoacán.
Anna es aprendiz de partería tradicional. Ha dado a luz en tres ambientes diferentes: en el hospital, en el centro de parto y en casa, uno de ellos fue de nalgas. Edisfrutando de toda la sabiduría que las abuelas parteras comparten con ella, espera ser poder compartirlo con la comunidad. Antes de eso, realizó un par de formaciones de Doula y un curso de asesoría en porteo. Le gusta el baile, las artes y conectarse con la naturaleza.